Ficha bibliográfica
“Diferencias individuales y atención a la diversidad en el aprendizaje escolar”

Por Daniela Calderón G.

Síntesis y principales conclusiones:

La semejanza y la diferencia siempre han sido aspectos de debate en la reflexión filosófica de los seres humanos sobre sí mismos, y la psicología científica no es la excepción puesto que desde sus inicios se pueden encontrar dos grandes disciplinas que replican esta lógica binaria: por un lado la psicología experimental a favor de la idea de una esencia humana y por el otro, la psicometría y la psicología diferencial, que apunta al reconocimiento de cada ser humano como único.

Esta lógica se encuentra también reproducida en educación, ya hacia el siglo XX el ideal de la individualización de la enseñanza, es decir, de que la enseñanza sea adaptada a las diferencias de los alumnos se vuelve dominante. Así mismo, se puede sostener que desde los orígenes de la psicología educacional la diversidad y la diferencia han sido cruciales para su desarrollo.

Es por esto que, los autores proponen revisar las diferentes perspectivas sobre la naturaleza de las diferencias individuales, así como su vinculación con la atención educativa a la diversidad, en base a cuatro aspectos:

En primer lugar, las razones para identificar y medir las diferencias entre los alumnos, donde en un extremo está el propósito de identificar y seleccionar aquellos que poseen cierta característica para adscribirlos a un determinado tipo de enseñanza, acomodando a los alumnos para que éstos se ajusten; y en el otro, identificar las diferencias individuales, pero para ajustar la enseñanza a los alumnos.

En segundo lugar, los supuestos básicos sobre la naturaleza de las diferencias individuales, entre los cuales se encuentran: (1) la concepción estática, que asume las diferencias individuales como inherentes a las personas, siempre estables y consistentes; (2) la concepción situacional o ambientalista, que sostiene que las diferencias individuales no son estáticas sino que dependen del contexto y del ambiente en que se insertan las personas; (3) la concepción interaccionista que propone una interacción entre las características diferenciales de los alumnos y las características del contexto situacional educativo.

Tercero, los ámbitos de diversidad con mayor incidencia sobre el aprendizaje escolar, donde se observan una tendencia tradicional a separar marcadamente los procesos cognitivos de los afectivos, y a darle prioridad absoluta a los primeros y a su influencia sobre los resultados escolares. Sin embargo, la tendencia actual apuntaría más bien a un estudio integrado de 3 tipos de características: cognitivo, afectivo y conativo, donde en situaciones educativas concretas los alumnos ponen en juego estas categorías por medio de complejos aptitudinales, y no aislada ni linealmente, actuando de manera distinta, pero coordinadas sobre el aprendizaje.

En cuarto lugar, las fuentes de la variabilidad individual, donde el debate se ha tendido a centrar en la influencia de la predisposición genética y el ambiente, y por otro lado, en la incidencia de características grupales (ej. género y raza), sobre las características de los individuos que los componen.

Ante este panorama, los autores muestran cómo la educación ha hecho frente a la atención a la diversidad considerando todo lo anterior, de modo que históricamente han existido diferentes estrategias para enfrentar este fenómeno, donde la gran parte se sigue utilizando en la actualidad: (1) la estrategia selectiva, donde se seleccionan aquellos alumnos que no tienen las aptitudes para realizar los aprendizajes del nivel en que se encuentran, ya que considera que éstos deben aprender hasta donde sus habilidades se lo permitan; (2) la de adaptación de objetivos, que también cree que no todos los alumnos pueden alcanzar los mismos aprendizajes, pero propone establecer metas diferenciales para éstos, negándoles otros objetivos o contenidos; (3) la estrategia temporal, considera que los alumnos aprenden a diferentes ritmos, por lo que éstos deben permanecer en el sistema educativo hasta que hayan logrado los aprendizajes obligatorios, independiente del tiempo que requieran para conseguirlo; (4) la de neutralización o compensación, ya sea antes o durante el aprendizaje, se deben neutralizar los posibles efectos de las diferencias individuales, de modo que todos los alumnos puedan alcanzar los mismos aprendizajes; (5) la de adaptación de las formas y métodos de enseñanza (a la base de la “enseñanza adaptativa”), plantea que una acción educativa óptima es aquella que se define en función de las características individuales de todos los alumnos sin excepción, de modo que los métodos sean los que se ajusten a los alumnos, es decir, se mantienen ciertos objetivos comunes, pero se posee una gama de estrategias educativas flexibles y adaptables a diferentes situaciones y alumnos, de este modo, las diferencias individuales de todo el alumnado se consideran tanto para el diseño como ejecución de la enseñanza. Por esto se habla de una macroadaptación y microadaptación, que si bien tienen características propias, se complementan y están estrechamente interrelacionadas.

Finalmente, a modo de propuesta y considerando la última estrategia, los autores destacan la perspectiva constructivista en educación, la cual sostiene que el aprendizaje es el proceso de construcción de significados y atribución de sentido que realizan los alumnos respecto a los contenidos, el cual requiere innegablemente la ayuda de profesores y compañeros para realizarse de manera óptima. Para este enfoque, la atención a la diversidad es fundamental para que la enseñanza ocurra, y comparte las ideas de la enseñanza adaptativa, en tanto considera necesario el ajuste de la ayuda pedagógica al proceso de construcción de conocimiento de cada alumno, ya que afirma que las características individuales de éstos no son fijas ni estables en el tiempo, de modo que la diversidad obliga a diversificar la acción educativa para que sean atendidas las necesidades de ayuda de todos los alumnos en diferentes momentos de su proceso de aprendizaje.

Breve comentario:

El texto aporta una mirada constructivista que permite entender el ajuste entre los procesos educativos y las diferencias individuales más allá de una mera adaptación del alumnado; son los métodos de enseñanza los cuales deben ajustarse a los alumnos, sin excepción. Así, tanto en el diseño como en la práctica educativa, las estrategias de enseñanza deben procurar que cada alumno reciba las ayudas necesarias, considerando a todo el alumnado, evitando procesos de exclusión y estigmatización, y al mismo tiempo asegurando un aprendizaje óptimo para todos los alumnos ajustándose a sus necesidades, intereses y motivaciones. Sin embargo, a modo de limitación, el texto no considera la acción educativa de todos los actores escolares, puesto que así como el aprendizaje no se da solo en el aula, los profesores y compañeros no son los únicos actores que componen la comunidad educativa y que por tanto, interactúan e inciden en la enseñanza del alumnado.

Citas textuales:

“La diversidad es ubicua en educación” (Corno, Jackson & Snow, 1996, en Coll & Miras, 2001, p. 3).

“(…) enseñar eficazmente es ser capaz de proporcionar a los alumnos, en cada momento del proceso de construcción, la ayuda que necesitan para seguir progresando en su aprendizaje” (p. 18).

“Todos y cada uno de los alumnos siguen su propio e idiosincrásico proceso de construcción o reconstrucción del conocimiento escolar; todos y cada uno de ellos lo hacen a partir de sus conocimientos y experiencias previas, utilizando sus propias capacidades y con unos determinados intereses y motivaciones; y todos y cada uno de ellos requieren de una ayuda pedagógica que tenga en cuenta tanto la naturaleza de sus aportaciones individuales al aprendizaje como la singularidad de su proceso de construcción” (p. 18).

Referencia:
Coll, C., & Miras, M. (2001). Diferencias individuales y atención a la diversidad en el aprendizaje escolar. En A. Marchesi, C. Coll y J. Palacios (Comp.). Desarrollo psicológico y educación, 2 (pp. 331-353). Madrid: Alianza Editorial.


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